En Cafés Foronda sabemos
que la calidad del café es primordial para que la bebida de café sea de
excelente calidad para nuestros consumidores. Empleamos 4 pasos para determinar
la calidad de nuestros cafés, las cuales son estándares de calidad diseñados
por la Asociación de Cafés de Especialidad (SCA) y Coffee Quality Institute
(CQI).
Estos estándares se
utilizan en la cadena de valor para clasificar el café en el mercado. El café
es sometido a un análisis visual (físico) y de taza (sensorial)
exhaustivo. Son los catadores profesionales, llamados Q Graders, quienes utilizan
procedimientos y un lenguaje común para clasificar el café.
En Cafés Foronda contamos
con dos Q Graders, llevando a cabo un riguroso control para asegurar que cada
lote esté en perfectas condiciones y mantenga las propiedades organolépticas en
su estado óptimo.
Comenzamos a clasificar:
1. Físico: Color – Olor – Tamaño del Grano
El color del café nos indica el estado del café y su calidad. Dependiendo del origen y proceso puede tener diferentes tonalidades, donde valoramos que el color esté correlacionado con el proceso y el origen. Además de ello, se analiza el olor donde no debe tener ningún olor extraño.
El tamaño no influye directamente en la calidad, pero si es importante que mantenga un tamaño uniforme para un tueste homogéneo.
2. Actividad Agua (Aw)
La humedad del café debe
estar entre 10% y 12% para evitar problemas de tueste; por un grano demasiado
seco, o como la aparición de moho y hongos por exceso de humedad.
Aw, es la cantidad de agua libre en el grano de café verde, debe ser inferior a 0.70 y garantizar que se mantiene por debajo de ese nivel por tiempo. Nos aporta una visión más profunda para el estado óptimo de la calidad del grano de café verde.
3. Defectos
Se analiza una muestra de
350gr de café verde, donde no se permite ningún defecto primario, y hasta un
máximo de 5 defectos secundarios.
Los defectos primarios son: grano negro, grano agrio, cereza seca, daño por hongos, materia extraña y broca severa. Y, los defectos secundarios: grano negro parcial, grano agrio parcial, pergamino, flotador, inmaduro, averanado, concha, grano partido, cascarilla y broca leve.
4. La Cata
Una vez analizado el café
verde se procede al análisis sensorial del café; la cata.
Se tuesta 150 gr de café
entre 8 – 12 minutos, y se cata entre 8h a 24h después de su tueste.
Durante la cata se analiza la calidad de distintos atributos como; la fragancia, el aroma, el sabor, el postgusto, la acidez, el cuerpo, el balance, uniformidad, limpieza, dulzor y percepción general de la taza.
Con estos cuatro pasos determinamos la calidad de todos nuestros cafés como parte de la cadena de valor, asegurándonos la calidad hasta la taza.
* Fuente: Specialty
Coffee Association. Café Arábica: Guía de defectos del café verde.
En Turquía, el té forma parte de la cultura del país, de sus hábitos más arraigados; en Estambul, está ligado a la imagen de la ciudad.
El té en
Turquía: tradición y cultura
En
Turquía, punto de encuentro entre Europa y Asia, los contrastes son comunes: lo
exótico y moderno se dan la mano, y la tradición y la vanguardia coexisten. Quizás
por eso, su bebida más emblemática, el té turco, ha sabido resistir el paso de
los años y reinventarse como bebida tradicional que se erige, hoy en día, en
emblema cultural y uno de los símbolos de la maravillosa Estambul. El té forma
parte de la cultura del país, de sus hábitos más arraigados; en Estambul, está
ligado a la imagen de la ciudad. Y es que, de entre todos
los tés
que podemos encontrar, el de Turquía bien merece una tarde frente al Cuerno de
Oro.
Imágenes para
el recuerdo con el té como protagonista
El origen del
té turco
Forma de
preparar el té en Turquía
1. Imágenes para el recuerdo con el té como protagonista
El
uso de las redes sociales, entre ellas Instagram, han perpetuado imágenes
icónicas que se apuntalan en el ideario colectivo. Las de la Mezquita Azul, el
Bósforo o el Cuerno de Oro presididas en primer plano por un bonito vaso de cristal, en forma de tulipán y sobre un plato de
porcelana o metal, con un té turco de rojo intenso aún por saborear o a
medio tomar forman parte ya de nuestra memoria.
Y
es que, podríamos decir que el té, en Turquía en general y en Estambul en
particular, forma parte de su basto patrimonio cultural.
Quien
pasea por las animadas calles de las grandes ciudades turcas o pueblos por vez
primera, sabe que terminará una agotadora y emocionante jornada presa de esta
maravillosa bebida, con la cual, el atardecer se ve de otra manera.
2. El origen del té turco
El
té (denominado çay, en turco), es
sinónimo de hospitalidad y de encuentros animados y distendidos en torno a la
mesa. Siempre ha sido así. A diferencia del té chino, por ejemplo, su consumo
no viene de lejos ni cuenta con una tradición ancestral de origen terapéutico,
todo lo contrario, es bastante actual.
El
té comenzó a consumirse en Turquía a
principios del siglo pasado y por un motivo muy prosaico, por así decirlo:
la escasez de café por entonces. Hoy en día, ha desbancado a este segundo como
bebida nacional.
La
variedad más extendida es el té negro cultivado en el propio país. Concretamente
en la costa este del Mar Negro, provincia de Rize, donde el clima es húmedo.
En
esta zona de Turquía, el té se recolecta a mano, de forma cuidadosa y
tradicional en maravillosos en elevadas cumbres y extensos campos de té negro a
orillas del mar. Sin duda, una experiencia visual y sensorial digna de
experimentar.
De
hecho, en Rize, rodeada por cultivos verdes, los habitantes dedican los
jardines de sus propias casas a la planta del té.
El
sabor del té turco es fuerte, muy consistente, y peculiar, aunque se puede
diluir. Y en el país lo toman muy
caliente y bien azucarado, con uno o dos terrones.
Hoy en día, Turquía es responsable de más del 6 % de la producción total mundial de té y lidera el ranking mundial en consumo per cápita (2,1 kg por persona).
3. Forma de preparar el té en Turquía
El
té en Turquía precisa de un accesorio especial y singular del país para su
preparación. Se trata de la tetera tradicional turca, una especie de tetera
doble con dos alturas gracias a la cual puede obtenerse un té más o menos
fuerte y evitar que se queme.
El
proceso es el siguiente:
Hay
que llenar la parte inferior de la tetera de agua. En la superior, depositamos las hojas de té. Después, se pone a
calentar la tetera al fuego. Tenemos que esperar a que el agua rompa a hervir
y, entonces, verter el agua en la parte superior, es decir, pasarla de la
tetera de abajo a la de arriba, donde se encuentra el té.
La parte de
abajo se llena de nuevo de agua y se pone otra vez al fuego, cuando vuelva
a hervir, será la hora de servir en el vaso. Hacerlo tiene un miga, pues ha de
echarse un tercio aproximadamente de la mezcla que permanece en la parte
superior de la tetera por dos del agua hirviendo que alberga la de abajo. Para
suavizar, se vierte más agua que té infusionado, obteniendo así un denominado
té ligero, en vez de oscuro.
Para
que las hojas de té no pasen al vaso, estas teteras incorporan en la parte
superior un pequeño filtro.
Si
no se dispone de una tetera tradicional o çaydanlık para preparar
la bebida, puede seguirse este mismo
proceso con dos teteras al uso.
Hay
que señalar que el té turco tradicional y preferido por los habitantes y
oriundos del país es el té negro que plantan y recolectan en sus tierras, sin
embargo, en los últimos años se ha
popularizado el denominado té de frutas como, por ejemplo, el de manzana,
el de granada o el de limón, que se comercializa, normalmente, en polvo para
ser diluido directamente en agua o en trozos de fruta secos y sueltos para
llevar a ebullición.
Los
amantes del té turco se detractan a menudo de estas últimas variedades, las
cuales, aseguran, constituyen un reclamo para los turistas, a pesar de no ser
consumidas por los turcos.
Sea
como sea, merece la pena tomar una taza de esta infusión tan peculiar, eso sí,
siempre y cuando hayamos degustado un verdadero té turco tradicional, puro y
repleto de ese aroma y sabor tan inconfundible.
En
Cafés Foronda nos declaramos unos auténticos amantes del té en todas sus
versiones y acepciones siempre y cuando sean de calidad, puros y guarden esa
mágica relación con sus países de origen. Por eso, desde nuestra web, te
ofrecemos la oportunidad de comprar el té
adecuado
para la ocasión idónea.
¿Quieres
contactar con Cafés Foronda? Puedes hacerlo a través del 945 136 964 o del
correo electrónico info@cafesforonda.com. Te atenderemos encantados.
Se
trata del té más puro y beneficioso de todos. Contribuye al equilibrio del
organismo y combate afecciones como la caries o la halitosis.
Té blanco:
propiedades
De
entre toda la gamas de tés e
infusiones
que comercializamos, el White Peony,
elaborado a base de té blanco Pai Mu Tan, es el menos procesado, cualidad que
le otorga una excepcional pureza, la
ausencia total de alérgenos y una menor cantidad de cafeína natural.
¿De dónde procede el té blanco?
Té blanco en el paladar
Los beneficios para la salud del té blanco
Cómo tomar una taza de té blanco
Dónde comprar té blanco
1. ¿De dónde procede el té blanco?
La
diferencia del té blanco respecto al té verde, el té negro o el té rojo no
estriba en su procedencia, sino en el proceso de recolección y elaboración.
Y es que, el té blanco se obtiene de los brotes y
hojas jóvenes, pequeñas y tiernas de la Camellia
Sinensis, es decir, de la planta del té, que se cosechan con sumo cuidado.
El modo de
recolección juega un papel fundamental en este tipo de té, pues se debe evitar
que el brote o la hoja tierna se lastime, su preservación es esencial.
Tras la recogida,
brotes y hojas deben marchitarse mediante un proceso totalmente natural, por sí solas, antes de proceder a la
fase de secado. Esta última consta de dos etapas: secado al sol: puede tardar
uno o dos días de media aproximadamente; secado en interior: entre tres y
cuatro días.
A lo largo del
secado, brotes y hojas adquieren un color plateado, de ahí que al te blanco se
le denomine también silvery tip pekoe
(yemas de plata).
Durante todo este
tiempo, la manipulación por parte del equipo de trabajo es escrupulosa y
delicada, pues el deterioro de las hojas o brotes podría dar lugar a un proceso
de oxidación que dé al traste con el tipo de té que perseguimos, muy suave,
fruto de una oxidación muy leve y natural.
Quizás por el tratamiento exquisito que requiere el
té blanco, dicha bebida se ha considerado tradicionalmente la más excepcional (y
de mayor calidad) de entre todos los tipos de té e infusiones.
Su forma de cultivo
y tratamiento, aún hoy enteramente
tradicional, siguen haciendo de este té una variedad exclusiva cuyo precio
en el mercado suele superar a la de otro tipo de tés.
Pero ¿cuál es el resultado de esta
excepcionalidad en el paladar? Te lo contamos a continuación.
2. Té blanco en el paladar
El
resultado de todo este minucioso proceso es un té delicado, suave y muy ligero, y excepcionalmente aromático.
Sus matices
afrutados y frescos lo convierten en una bebida ideal para las épocas más cálidas,
en especial la variedad de té blanco White Peony
o Pai Mu Tan,
dulce y un tanto más intensa que otras de té blanco gracias a que ha sido producida a partir de dos hojas y un brote.
El color del té blanco en vaso o taza es de un dorado pálido inconfundible.
3. Los beneficios para la salud del té blanco
De nuevo, las grandes propiedades del
té blanco para el organismo se desprenden directamente de ese minucioso proceso
de recolección y de secado natural.
Al tratarse de un tipo de té mínimamente
oxidado procura más cantidad de
antioxidantes o polifenoles a nuestro cuerpo, lo que convierte el té blanco
en el más saludable de todos los tés e infusiones del mercado.
Así, el té blanco actúa eficazmente
contra los radicales libres, combatiendo o haciéndonos fuertes contra
enfermedades crónicas inflamatorias, cardiovasculares, hipertensión, colesterol
o relacionadas con una deficiente circulación de la sangre, pues mejora la respuesta de los vasos sanguíneos.
Dicen los expertos en tés que el blanco
es además anticancerígeno y previene de enfermedades neurodegenerativas.
También ayuda a mantener a raya otras
dolencias leves pero muy molestas, como las
cataratas, la halitosis o la caries gracias a su poder antibacteriano y
antinflamatorio.
Desde el punto de vista estético, el té
blanco se ha convertido en el aliado
perfecto de quienes siguen dietas de adelgazamiento o planes antiaging, pues contribuye a la
dispersión y eliminación de la grasa corporal, además de ser desintoxicante y
evitar el envejecimiento celular, es decir, la deshidratación de la piel o la
aparición de arrugas.
4. Cómo tomar una taza de té blanco
El
té blanco es fácil de preparar, pues no precisa de altísimas temperaturas para
poder disfrutar de todo su aroma, sabor y propiedades.
La
proporción suele ser de 2 cucharaditas
de té por cada taza o vaso de agua. Si el té se presenta en bolsitas
individuales, bastará con una de ellas. Aunque siempre es recomendable seguir
las instrucciones de la distribuidora al respecto.
A
continuación, basta con que infusionemos a
70 o 80 ºC y dejemos reposar de 4 a 7 minutos, mejor si es
en un recipiente con tapa.
Puesto
que se trata de un té que no amarga, podemos dejarlo infusionar más tiempo del
debido si lo deseamos.
A
la hora de consumirlo, podemos optar por la opción caliente o en frío. Sin embargo, debido a su excepcionalidad, recomendamos que se tome solo, sin
azúcar, limón u otros aditivos, incluida la leche, para apreciar así sus
excepcionales matices.
5. Dónde comprar té blanco
El
té blanco procede de China, concretamente de la provincia de Fujian, donde se
cultiva el 90 % de la producción mundial, y su comercialización es
internacional, de ahí que podamos encontrar té blanco en cualquier ciudad, por
ejemplo, de España.
Eso
sí, debido a su singularidad, quizás no sea fácil adquirirlo en una gran
superficie al uso, pues su consumo es menos habitual que el de té rojo, negro o
verde, en parte a que su precio es mayor, pero también porque en nuestro país
no estamos tan acostumbrados a esta bebida asiática.
Por
ese motivo, quizás debamos dirigirnos a un comercio especializado en tés, cafés
e infusiones, sobre todo si buscamos un té blanco puro de calidad constatada.
Si
prefieres adquirir tu té blanco desde
casa, puedes hacerlo de manera online.
En la página web de Cafés Foronda te damos esta
opción y todo tipo de facilitadas. Si tienes alguna consulta al respecto,
puedes planteárnosla en el teléfono 945 136 964 o a través del correo
electrónico info@cafesforonda.com. Te
atenderemos encantados.
Todos
oímos hablar del café torrefacto, pero ¿sabemos exactamente qué es? ¿En qué
medida condiciona nuestra compra de café? Te damos algunas respuestas
Café
torrefacto. ¿Qué es?
Todos
hemos oído hablar alguna vez del café
torrefacto, pero ¿sabemos exactamente a qué se refiere? Y más importante
aún, ¿en qué medida condiciona, o debe hacerlo, nuestra compra de café? Desde Cafés Foronda, te damos algunas respuestas a
estas incógnitas cotidianas.
Definición de café torrefacto
Desventajas del tueste con azúcar
La apuesta popular por el café torrefacto
Café torrefacto: ¿días contados?
Café torrefacto y propiedades nutricionales
1. Definición de café torrefacto
El
denominado café torrefacto es ese
café fruto de un método de tueste que, durante el propio proceso, añade a los
granos de café otro ingrediente: el azúcar. Podríamos decir entonces que el
café torrefacto es aquel que incluye
azúcar en el proceso de tueste.
Este
proceso era empleado antiguamente en Cuba para preservar los granos de café
durante más tiempo, sin embargo, contempla algunas desventajas y muchos
detractores. Te contamos por qué.
2. Desventajas
del tueste con azúcar
Uno
de los grandes hándicap que encontramos es que, normalmente, los cafés
torrefactos suelen ser de calidad inferior al café de tueste natural, aquellos
que en el supermercado encontramos con la etiqueta natural.
Estos
últimos abrazan la variante arábica, seguramente la mejor del mundo, mientras
que el café torrefacto suele llevarse a
cabo con la denominada robusta,
un café fuerte, amargo, poco aromático, propio del centro de África.
De
hecho, mientras la primera puede tomarse sin azúcar o leche, pues su aroma y
sabor suave invita a ello, la segunda es difícilmente digerible sin estos
aditivos.
Otra desventaja es que el propio proceso de tueste confiere un plus de amargor al café, que resulta muy fuerte, e incluso con sabor a quemado.
3. La apuesta popular por el café torrefacto
¿Por
qué entonces se ha popularizado su uso durante tanto tiempo en nuestro país? En
primer lugar, porque el café torrefacto resulta más barato, ya que se consigue
mayor cantidad de café con menos granos, y este ahorro de costes se traduce en el precio final al que hace frente
la ciudadanía a la hora de comprarlo. En segundo lugar, porque existe una falsa creencia de que tiene más cafeína,
vamos, que espabila más.
De
hecho, en el mundo de la restauración, se asienta la creencia de que un café
tan amargo que parezca quemado suele ser sinónimo de baja calidad, no andan muy
desencaminados, de ahí que su comercialización suela ser inferior.
Y
es que, el buen café es aquel que nos
permite apreciar matices como las notas a chocolate, a cítricos o a frutos
secos.
Claro
está que el café natural no tiene por qué ser sinónimo de buen café. El modo y
lugar de cultivo, el lavado, la calidad del grano, su tratamiento y tipo de
tueste (medio, suave, oscuro…), las fases de empaquetado y distribución… Todo
influye a la hora de conseguir un café excepcional.
4. Café torrefacto: ¿días contados?
Muchos
expertos se preguntan si el café torrefacto no tiene los días contados. En
muchos países así es, en España, aún se comercializa y consume, ya sea
torrefacto 100 % o mezcla con altas dosis de torrefacto.
Quienes
abogan por su desaparición esgrimen argumentos aplastantes, como que el café
torrefacto es menos digestivo, que incluye
hasta un 15 % de azúcar y que, además, hemos de añadir más azúcar para
poder soportar su amargor.
Lo
cierto es que el actual envasado del café no hace necesario recurrir al azúcar
para su preservación, así que, ¿por qué mantenerlo? El precio se erige como
único condicionante, sobre todo en aquellos países grandes consumidores de café
donde la renta per cápita no es elevada.
Actualmente,
los proveedores de café mezcla están obligados a señalar en el envase de forma
clara y sencilla la proporción de café natural y café torrefacto que incluye la
mezcla. También si se trata de extracto de café, extracto de café soluble, café
instantáneo…, ingredientes en el caso de café de tueste torrefacto o mezcla así
como otros nutrientes o aditivos incorporados al café.
5. Café torrefacto y propiedades nutricionales
Dicen
los expertos en nutrición que poco se
diferencian al respecto el café torrefacto y el café natural, de ahí que,
como consumidores y consumidoras, primemos la calidad del café y sus
propiedades (denominadas organolépticas) como aroma, acidez, etc.
De
hecho, si nos atenemos a la materia seca, la humedad, las cenizas y los sólidos
solubles, las proporciones son muy similares en ambos cafés.
También
la cantidad de nutrientes es similar,
como el potasio, el magnesio, la vitamina B3 y las sustancias polifenólicas o
antioxidantes.
Así
pues, lo ideal es decantarse por un producto de calidad, obtenido de
manera respetuosa con el medioambiente y la sociedad, que nos invite a
degustarlo sin aditivos, sobre todo calóricos o azucarados, y que nos ofrezca
una sensación de bienestar.
¿Quieres
adquirir un café así? Encuéntralo en Cafés Foronda, en el teléfono 945 136 964,
en info@cafesforonda.com o en nuestra tienda online.
En el país asiático, el té está íntimamente ligado a la tradición y cultura ancestrales. La ceremonia del té representa un auténtico ritual.
Tea ceremony at sunset
La ceremonia del té en China
En
el país asiático, el té está íntimamente ligado a la tradición y cultura
ancestrales. La ceremonia que se desarrolla en torno a esta bebida representa
un auténtico ritual. No es el único lugar donde esto ocurre, también en Japón o
Marruecos encontramos esa relación mística entre el té y una forma de entender
el bienestar físico, mental y espiritual, de sentarse en torno a la mesa y de
compartir. ¿Quieres saber más sobre la
ceremonia del té en China? Después de leernos, estarás deseando comprar té y simular lo
que se considera todo un espectáculo.
Orígenes de la
ceremonia del té en China: dinastía Ming
La importancia
de las tres teteras: la estética visual
El té para la
ceremonia: tipos y variedades
1. Orígenes de la ceremonia del té en China: dinastía Ming
Fue
la dinastía Ming, la penúltima de China, vigente entre los años 1368 y 1644, la
que instauró esta forma de preparar el té, en infusión, ni hervido ni batido.
Aunque
sus aplicaciones medicinales ya se practicaban desde mucho antes, existían ya
las casas de té y el consumo se había popularizado, no fue hasta entonces, con
los Ming, cuando la bebida experimentó tal demanda que obligó a tomar ciertas
medidas al respecto. Estas últimas cambiarían
por siempre la forma de producir, distribuir y consumir té en el país.
Dicha dinastía sentaría las bases de un sistema que se ha perpetuado hasta nuestros
días.
Como
decimos, la producción y consumo de té viene de lejos en China. De hecho, ya el
poeta Lu Yu (723-804 D.C.) escribió sobre esta bebida, su naturaleza y modo de
preparación. Pero fue entre los siglos XIV y XVII D.C. cuando se dieron dos
hechos decisivos que revolucionaría el mundo del té para siempre: la
comercialización del té en hoja y a granel para su posterior infusión
(anteriormente se hacía en polvo y se batía con el agua al igual que hacemos
hoy con el té Matcha), y la diversificación de cultivos de tipos de té.
Con
la nueva forma de preparación de la bebida aparecieron los utensilios
necesarios para ello, que pronto se convirtieron en objetos indispensables de
cualquier hogar, como la tetera.
2. La importancia de las tres teteras: la estética visual
En
la ceremonia china del té se emplean nada más y nada menos que tres teteras
para su elaboración. Una sirve para calentar el agua hasta el punto óptimo de cocción, a unos 80 grados
centígrados; otra parta verter las hojas de té e infusionarlo (durante menos
de un minuto), y la última, para servirlo.
El
arte de preparar el té se denomina Cha Dao. El té se deja infusionar menos de
un minuto y se sirve en cuencos pequeños, colocándolos en círculo para servir
todos a la vez. Se llenan los cuencos hasta la mitad porque, según la tradición
china, el resto del cuenco se llena de amor y de amistad. Luego se pasan los
cuencos uno a uno a los asistentes y se les invita a oler el té.
La
estética de estos juegos de té (compuestos a menudo por una bandeja, los
palillos o cuchara de babú para asir el té, los cuencos, los platos que los
acompañan y las teteras de barro) es muy importante, de hecho, se cuida con
esmero, pues contribuyen al juego de
color y simbología que ha de imperar en la ceremonia.
En
China, como en Marruecos, el té se degusta muy caliente y en recipientes
pequeños, por eso, al igual que en el país africano, el té se toma sosteniendo la taza (que no tiene asas) con los dedos.
En el caso de China, el dedo índice y el pulgar sostienen la taza por el contorno,
mientras el dedo corazón se sitúa en la base.
A
la hora de verter el té es importante
que no apuremos la taza, pues es tradición llenarla solo hasta la mitad,
pues la otra mitad irá repleta de buenos sentimientos.
También
es de cortesía servir primero a las personas de mayor edad. Estas sorberán
lentamente el té antes que nadie, no antes sin oler delicadamente su fragancia,
y si les gusta, darán tres toques suaves en la mesa con el dedo. Al finalizar,
disfrutarán de la fragancia del té en el cuenco vacío.
Cierto
es que la extensa China ofrece variedades al respecto, los rituales sufren
pequeñas modificaciones en función de la región en la que nos encontremos,
adquiriendo particularidades de la zona. Sin embargo, todas ellas coinciden en algo:
el respeto hacia el té y su preparación como vector de sentimientos fuertemente
arraigados y de espiritualidad.
3. El té para la ceremonia: tipos y variedades
Existen
muchos tipos de té en China, así como infinidad de variedades, sin embargo,
podemos simplificar la cuestión aludiendo a las seis grandes tipologías que se
consumen hoy en día y que son empleadas en la ceremonia del té.
El té verde
chino, quizás el de mayor tradición y consumo en el país asiático. Su sabor
puede llegar a ser fuerte e incluso amargo, dependiendo de la variedad que
escojamos y del tiempo que invirtamos en infusionar sus hojas.
El té blanco,
un auténtico deleite para los sentidos por su suavidad y matices florales y
frutales. Es un té que se cultiva en la zona de Fujian casi de forma exclusiva,
muy apreciado por sus propiedades y mayor contenido de antioxidantes que
cualquier otra variedad. Se trata de un té de precio superior por su calidad
excepcional y minucioso proceso de recolección y obtención.
El té negro
chino, de sabor intenso debido a su largo e intenso proceso de oxidación, que
se lleva a cabo de forma completa. Se trata de un té de sabor intenso y alto
poder energizante.
El té rojo
chino o pu-erh también destaca por su oxidación. Se trata de un té fuerte, de
sabor incluso terroso, que, sobre todo en occidente, solemos mezclar con leche
para su consumo. Mientras China exporta grandes cantidades de este té, en el
país su consumo es reducido.
Ahora
que ya conoces las claves para preparar una ceremonia del té en tu propio
salón, tan solo te hace falta adquirir los accesorios adecuados, comenzando por
el ingrediente principal. Puedes comprar el té
adecuado
en nuestra página web.
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contactar con Cafés Foronda? Puedes hacerlo a través del 945 136 964 o del
correo electrónico info@cafesforonda.com. Te atenderemos encantados.
Si
no sabes qué criterio seguir para elegir correctamente café para cafetera
automática, has llegado al lugar adecuado. Apunta aquello que debes tener en
cuenta.
¿Cuál es el mejor
café para una cafetera automática?
Elegir
y comprar el
mejor café
no siempre es sencillo. Además de la calidad existen otros factores a tener en
cuenta. El gusto personal en cuanto a sabor y aroma o la necesidad de tomar
solo café descafeinado son dos ejemplos. Otro decisivo es el tipo de máquina
que vamos a emplear para preparar ese café. Si hemos adquirido o vamos a comprar una cafetera eléctrica, tendremos que
apostar por un café para cafetera
automática.
Pero
¿cómo hacerlo?, ¿cómo elegir correctamente un café para tu nueva cafetera eléctrica? Te damos algunas pistas.
Recuerda,
el mejor café será aquel que, siendo de calidad, cumpla con tus expectativas al
primer sorbo. Y en ese sentido, tu cafetera tiene mucho que aportar.
¿Qué es una cafetera automática?
Ventajas frente a las cafeteras manuales.
Contras de las cafeteras de cápsulas.
¿Por qué variedad debes apostar?
Café en grano vs. café molido
¿Y si tomas el café con leche?
1. ¿Qué es una cafetera automática?
Las
cafeteras automáticas o eléctricas
han revolucionado la forma de tomar café
en casa, sobre todo para los amantes de esta bebida, imprescindible en
multitud de hogares a primera hora de la mañana y/o media tarde.
De
tipo espresso, más comunes en locales
de restauración, o cafeteras
automáticas por goteo,
líderes de las cocinas españolas por sus prestaciones,
tamaño compacto y relación calidad-precio, ambas logran un café limpio, con
todo su aroma y sabor intacto, que puede tomarse al instante solo o acompañado.
Una
de las ventajas que presentan las cafeteras automáticas por goteo frente a las espresso (y que decanta su consumo en
los hogares) es que pueden hacer más de dos cafés a la vez, pues cuentan con un
gran recipiente capaz de recoger incluso más de un litro.
a. Ventajas frente a las cafeteras manuales
Otra
de las grandes excelencias de las cafeteras automáticas es que son enormemente cómodas frente a modelos
manuales como las cafeteras italianas o las de émbolo.
Estas
últimas son perfectas para usos ocasionales, pero no para quienes toman café a
diario. ¿Por qué? El café que obtenemos con ellas es más amargo, fuerte y, en
el caso de las de émbolo, puede contener sedimentos. Sin embargo, lo más
importante es que hay que estar muy atento para evitar que el agua se caliente
demasiado o se derrame el café. ¡Y mucho cuidado con quemarte al asirlas o
verter el agua!
Con una cafetera automática solo tendrás que apretar el botón y listo, pues se detiene por sí sola. Tu café se prepara mientras llevas a cabo otras tareas, de manera autónoma y sin complicaciones.
b. Contras de las cafeteras de cápsulas
Quizás
os estéis preguntando ¿y qué hay de las cafeteras de cápsulas? También son
automáticas, exacto, sin embargo, poco tienen que ver con las cafeteras
convencionales que entendemos como tal.
En
estas, el sistema inyecta agua caliente
a presión en un paquete compactado de café preconfeccionado muy molido,
haciendo que la bebida caiga directamente en la taza. Todo rápido y limpio.
Sin
embargo, el sabor y aroma del café poco o nada tiene que ver con el que se
emplea en una cafetera automática espresso
o por goteo, en gran parte debido a ese proceso fulminante de preparado. De
hecho, los amantes o puristas del buen café prefieren los clásicos formatos de café en grano
molido
por su aroma y cuerpo.
Pero,
sobre todo, un hándicap de las cápsulas de café es que resulta una solución más cara, voluminosa y representa un
verdadero problema medioambiental, pues genera más residuos (de plástico y
aluminio) procedente de las monodosis, que no son reutilizables.
Y
para más inri, dependiendo de la
marca de cafetera que hayas adquirido, sólo podrás consumir (en la mayoría de
los casos) un tipo de café, el que te ofrezca el modelo de cápsulas admitido
por la cafetera en cuestión.
2. ¿Por qué variedad debes apostar?
El
café que logramos con una cafetera automática es suave y muy aromático, como
hemos dicho, no tan intenso como aquel que proporcionan las cafeteras manuales.
Por esta razón, comprar café
natural de variedad arábica siempre resulta una opción idónea, incluso en su versión
descafeinada.
De hecho, la arábica está considerada
una de las mejores, sino la mejor, variedades de café del mundo. Destacan
su aroma, su gusto equilibrado y el punto justo de cafeína.
Sin
embargo, como hemos señalado, en la pureza del café y el gusto del consumidor o
consumidora reside el éxito, así que nuestro consejo es que apuestes por una
marca de café de calidad y descubras sus variantes hasta dar con la que mejor
encaje contigo.
3. Café en grano vs. café molido
Puedes
emplear café molido o café en grano en tu cafetera automática. Si optas por
esta última opción, lo mejor será obtener
un molido medio o fino.
Algunas
cafeteras eléctricas cuentan con un molinillo integrado capaz de obtener el
grosor óptimo del grano fresco de manera automática también, incrementando su
intensidad.
En
cuanto a si el café debe ser natural o mezcla, lo más aconsejable es apostar por un café 100 % o mezcla donde la
proporción de torrefacto no supere el 30 % para poder apreciar todos los
matices del café. De hecho, este tipo de fórmulas brindan un café de gusto
suave y aromatizado que incluso nos permite prescindir de la leche o el azúcar.
¡Y que conste que no por ser más suave, este tipo de café espabila menos! El
nivel de amargor no tiene nada que ver con el porcentaje de cafeína. Un café
quemado no es sinónimo de café fuerte en ese sentido.
Por
otra parte, nosotros siempre os invitamos, si de verdad os gusta el café, a
probar cafés
especiales,
artesanos, de sabor distintivo y peculiar, con los que descubrir otras
dimensiones del café.
4. ¿Y si tomas el café con leche?
Quizás
quienes elaboren el café en una cafetera automática y después le añadan leche necesiten
un café con más cuerpo y sabor intenso,
de lo contrario, la leche (aunque dependerá en gran medida del tipo que
mezclemos) ocultará por completo el sabor del café.
Esto
no quiere decir que debamos apostar por una variedad torrefacta, el café
natural o mezcla
con buena proporción de tueste natural bastará siempre y cuando sea de calidad, de reciente producción, es
decir, fresco, de tueste medio y mejor
si es 100 % arábica.
Ahora
que ya sabes qué tipo de café escoger para tu cafetera automática, ¿quieres adquirir
una variedad realmente excepcional? Prueba nuestros Cafés Foronda y comienza a
disfrutar. Encuéntranos en el teléfono 945 136 964, en info@cafesforonda.com o
adquiere tu café para cafetera automática en nuestra tienda online.
Acompañar
el té verde con jengibre y limón incrementa los poderosos beneficios de esta
magnífica bebida. Un lujo para los sentidos y nuestro organismo.
Para
qué sirve el té verde con jengibre y limón
Cada
vez son más las personas que toman el té verde acompañado con
jengibre y limón. La razón principal es que estos dos últimos alimentos
incrementan los poderosos beneficios sobre el organismo de esta bebida, ya de
por sí saludable, y que representa un lujo para nuestros sentidos.
El té verde, la
variedad más popular
Beneficios del
té verde en la salud
Las
aportaciones del limón y el jengibre
Modo de
preparación
1.
El té verde, la variedad más popular
El té verde,
propio de países orientales como la India o China, es sin duda el tipo de té
más popular y de consumo mayoritario en el mundo.
Tradicionalmente
ha sido ligado a la idea de bienestar y
purificación del cuerpo, una concepción arraigada en la medicina
tradicional que, sin embargo, no va desencaminada, pues sus nutrientes y
antioxidantes (mayores que en otros tipos de té, como el negro) son
efectivamente beneficiosos para nuestro organismo.
2. Beneficios del té verde en la salud
Al igual que sucede con otros tipos de
té o infusiones, el verde es una bebida
enormemente digestiva, pues no presenta carbohidratos o grasas, es rica en
vitaminas y minerales como el flúor, cobre, cinc y el manganeso, y es un
poderoso antioxidante gracias a la cantidad de polifenoles que alberga.
Respecto a estos últimos, la calidad
del té influye, como en todo alimento, de ahí que recomendemos siempre acudir a
marcas acreditadas y que comercialicen y distribuyan té de gran calidad.
Dichas cualidades juegan un papel fundamental a la hora de hacer frente a posibles
enfermedades inflamatorias y al desarrollo de enfermedades como el
alzhéimer o el parkinson, problemas cardiovasculares. También se le atribuyen
propiedades antibacterianas.
Incluso puede reducir el riesgo de
padecer algunos tipos de cáncer, una vía que exploran diversos estudios
científicos e investigadores en la actualidad.
Salud y
estética, porque el té verde tiene mucho que aportar en este sentido. Quienes
siguen dietas adelgazantes o
tratamientos para la piel contra los signos de la edad han hecho del té
verde su abanderado, pues combate el envejecimiento y favorecen la dispersión y
eliminación de grasas.
Otro beneficio
importante es que se trata de una bebida
estimulante pero no en exceso, es decir, que dista mucho del aporte de
otros tipos de té, como el negro, por supuesto del café y, claro está, de otro
tipo de bebidas azucaradas.
3. Las aportaciones del limón y el jengibre
¿Por qué es tan
recomendable añadir limón y jengibre a nuestro té verde? Muy sencillo, no solo
porque estaremos obteniendo un té con un sabor muy especial, sino porque
estaremos incrementando las propiedades saludables del primero gracias a la
incorporación de dos alimentos ricos en nutrientes y con importantes ventajas
para nuestro organismo.
En primer lugar, el limón es fuente de minerales
(cobre, magnesio, manganeso, potasio…) y vitamina C, ideal para mantener la piel
sana y, como bien sabes, nuestros huesos. El jengibre, por su parte, es un
tubérculo asociado a remedios tradicionales ancestrales y está íntimamente
ligado a la atenuación de náuseas y vómitos, sobre todo durante el embarazo. Su
particular sabor picante añade al té verde una nota dulce y muy fresca que
favorece la acidez del limón.
Cierto es que el jengibre no tiene un
uso ni muy extendido ni común en nuestro país, sin embargo, no ocurre lo mismo
en los países asiáticos, donde es un ingrediente básico de la cultura
culinaria.
Entre las propiedades terapéuticas del
jengibre encontramos su poder diurético, antinflamatorio, de mejora de la
circulación sanguínea, de ayuda en problemas gastrointestinales y para la
prevención de gripes y resfriados, pues refuerza el sistema inmunitario.
Cierto es que el jengibre no está indicado en quienes padecen diabetes o presentan afecciones cardíacas o hepáticas, de ahí que la conveniencia de su consumo deba ser consultada al médico de cabecera antes de comenzar la ingesta.
4. Modo de preparación
El
modo de preparación del té verde con jengibre y limón es muy sencillo.
Coloca
la bolsita de té verde en el fondo de la taza. Si este es a granel, puedes
introducirlo en un filtro: bola infusoria, colador metálico… Vierte agua
caliente (no hirviendo, unos 80 ºC)
sobre el té verde directamente en tu taza o vaso y añade de forma inmediata una
rodaja de limón y otra del tubérculo. Infusiona
durante 2 minutos, retira el té verde, el limón y el jengibre, y disfruta
de tu bebida caliente.
Si
deseas que el sabor del limón y el jengibre prevalezcan más aún, puedes optar
por añadir el limón en zumo y el jengibre rallado, eso sí, en una pequeñísima
cantidad. También hay quién sustituye el limón por otro cítrico, como el pomelo
o incluso como la lima, dependiendo del sabor que estemos buscando en nuestro
té verde.
Puedes
acompañarla con una cucharada de azúcar o miel.
Ya sabes para
qué sirve el té verde con jengibre y limón. Ahora, ¿deseas disfrutar de su
sabor y de sus innumerables ventajas? Adquiere tu té verde en nuestra web,
encontrarás té verde Cha Zu a
granel en pack de 100 gr o el pirámides individuales de 20 unidades.
Si tienes
alguna duda al respecto, puedes planteárnosla en el teléfono 945 136 964 o a
través del correo electrónico info@cafesforonda.com.
Te atenderemos encantados.
En cuanto al
jengibre, es posible encontrar la raíz fresca de este tubérculo en comercio
especializados, como por ejemplo herbolarios o tiendas de productos ecológicos
o alimentación sostenible, aunque, además de al natural, también se
comercializa triturada, molida y en infusión. De hecho, estas últimas versiones
son las más fáciles de encontrar en las superficies comerciales al uso.
Este
verano, apúntate al té frío. Olvídate de las bebidas gaseosas para saciar la
sed. Apuesta por una solución natural, saludable y refrescante.
Té frío: cómo prepararlo, paso a paso
Este
verano, apúntate al té frío. Olvídate de las bebidas gaseosas y azucaradas para
saciar la sed, apuesta por una solución natural, saludable y refrescante.
¿Quieres saber cómo prepararlo y dónde comprar té más adecuado
para ello? Sigue leyendo y toma nota.
La variedad perfecta para un té helado
Modo de preparación del té frío
La versión casera, siempre mejor que la envasada
El paso a paso de tu té helado
Broche de oro a tu té frío
1. La variedad perfecta para un té helado
Lo
cierto es que puedes preparar tu té helado con prácticamente cualquier
variedad. Sin embargo, algunas son más recomendables que otras por sus
propiedades específicas, idóneas para degustar a bajas temperaturas, como
aquellas muy aromáticas.
Por
ejemplo, el té blanco Pai Mu Tan o té
blanco White Peony no te defraudará en una calurosa tarde de verano. La
suavidad de su sabor y los matices florales y cítricos hacen de este té, el
menos procesado de todos los que encontramos en el mercado, la opción perfecta.
Además,
su baja proporción de teína te ayudarán a entrar en ese estado de relajación
soñado para unas merecidas vacaciones estivales.
Sin
embargo, como hemos dicho, el té frío puede elaborarse con otros tipos de té,
como por ejemplo el té negro Indian Chay
Masala, es decir, té negro ceilán con canela, jengibre, clavo, cardamomo, pimienta
rosa y pimienta negra; una explosión de sabor en el paladar con la que
sustituir ese imprescindible café de la tarde, más propio de otras épocas del
año.
Sea
blanco, verde o negro, si dudas, lo mejor será apostar por tu té favorito.
2. Modo de preparación del té frío
La
forma de preparar un té frío o helado es muy sencilla, de ahí que te animemos a
que lo hagas en casa. No tardarás nada y obtendrás un resultado excepcional.
a. La versión casera, siempre mejor que la envasada
¿Por
qué decimos “excepcional”? Porque cualquier té frío hecho en tu cocina será mucho
mejor, ni que decir tiene, que la mayoría de ice-tea preconcebidos que se venden en comercios de alimentación.
Estos
últimos pecan de exceso de azúcares y
muy poco del sabor genuino o del aroma del té puro y de calidad. Sin hablar
de los escasos nutrientes del té, tan beneficiosos para la salud, que consiguen
llegar a esos preparados tras el proceso de fabricación.
Además,
llevar tu té helado contigo a la playa o la piscina no será un inconveniente.
Puedes introducirlo en una botella refrigerada o beberlo mientras caminas
gracias a esos prácticos vasos de cristal con tapa de rosca y pajita en medio.
b. El paso a paso de tu té helado
Lo
primero que debes hacer es preparar la cantidad deseada del té escogido.
Recuerda que si se trata de una variedad fuerte de por sí, que tira a cierto
amargor, como algunas de té verde, lo mejor será no esperar demasiado a que
infusione, con dos minutos bastará.
Después,
la cosa es sencilla. Añades el azúcar deseado. Dejas que se enfríe fuera de la
nevera y, una vez a temperatura ambiente, lo introduces en el frigorífico.
Mejor en un recipiente que puedas tapar, para que nuestro té no absorba olores
del resto de alimentos que guardas en tu nevera.
La
verdad es que el té frío no tiene más misterio. Con este sencillo proceso ya lo
tendrías. Sin embargo, si quieres dar una nota de distinción a tu bebida para
hacerla aún más sabrosa y refrescante, puedes añadir ciertos ingredientes muy
propicios.
La
hierbabuena (añadida durante la cocción), el jengibre (rayado –solo una pizca–
o en forma de fina rodaja), el limón o la lima (exprimidos –en la dosis justa–
o en pequeñas porciones), incluso el pomelo o la naranja pueden darle la vuelta
a tu té helado.
La
canela y la miel también son aditivos naturales muy comunes en los tés helados.
Existe
la opción de añadir cubitos de hielo o hielo picado a nuestro té helado una vez
servido. En este caso, tendremos que apostar por una infusión con cierto cuerpo
y aumentar la dosis de té hasta casi duplicarla, de lo contrario, la mezcla
quedará diluida con el agua de los hielos y nuestro té resultará bastante
insípido.
Hay
quienes apuestan por confeccionar el té frío sin llevar las hojas a infusionar,
es decir, sin emplear agua caliente. En este caso, tendremos que dejar el té en
agua dentro del frigorífico bastantes horas, quizás toda una mañana si queremos
disfrutar de nuestra bebida por la tarde. Te sorprenderá lo distinto del
resultado.
3. Broche de oro a tu té frío
Si
vas a preparar té frío para invitar a tus amigos y familiares a pasar la tarde
en casa, deberías esmerarte con la presentación.
¿Cómo?
Existen ciertos alimentos que van fenomenal con el té frío y visualmente quedan
de lo más original. Estamos hablando de frutos rojos, una rodaja de piña o unas
cuantas uvas blancas de pequeño tamaño. Incorpora una cuchara a los vasos de té
para poder disfrutar de los adornos frutales antes del primer sorbo.
¿Te
convence, verdad? Pues a qué esperas. Prepara tu té helado con una de nuestras
muchas variedades en
bolsita o a granel
y disfruta de una bebida magnífica para el verano y capaz de aportarte todos
los beneficios propios del té.
Y
es que, como ya sabes, el té, también el frío, resulta muy beneficioso a
nuestro organismo gracias a sus propiedades: la presencia de antioxidantes
perfectos para el cuidado de la piel y la prevención de enfermedades
degenerativas o problemas cardiovasculares, la mejora de la circulación de la
sangre y del funcionamiento del sistema digestivo, la ingesta de vitaminas
esenciales como la C, B y D y de minerales (potasio, magnesio, ácido fólico…)…
Y todo ello sin tener que recurrir a un aporte extra de calorías o azúcares.
¿Quieres
contactar con Cafés Foronda? Puedes hacerlo a través del 945 136 964 o del
correo electrónico info@cafesforonda.com. Te atenderemos encantados.
Granizado
de café: bebida refrescante, llena de sabor e ideal para una calurosa tarde de
primavera o verano. ¿Quieres saber cómo prepararlo?
Cómo hacer granizado de café, paso a paso
Granizado
de café: bebida refrescante, llena de sabor, que nos transporta inmediatamente
a una calurosa tarde de primavera o verano en buena compañía. Pensar en granizado de café es pensar en ocio, en
bienestar, en plenitud, en un momento de esparcimiento refrescante y serenidad.
En Cafés Foronda te decimos
cómo prepararlo de varias formas, a cada cual más atractiva. Porque, como bien
sabes, el café también es para el verano.
El café más refrescante, en granizado
La importancia de un buen café
El proceso de elaboración del granizado
Granizado de café y bola de helado: la presentación
1. El café más refrescante, en granizado
No
hay nada mejor que un granizado de café para sobrellevar una sobremesa de
verano o una tarde primaveral cuando la temperatura comienza a apretar.
En
una terraza estival, para llevar y tomar en la playa, en la piscina o en un
jardín, para degustar en nuestra terraza, el café más refrescante se presta a
todo tipo de situaciones.
Sin
embargo, ¿cómo hacer un granizado de café
en casa?, ¿cómo prepararlo de forma idónea y disfrutar de esta bebida sin
salir del hogar? El proceso es muy sencillo y rápido, y el resultado,
espectacular si sabes darle un toque personal. Sigue leyendo.
2. La importancia de un buen café
Si
ya es vital adquirir un café de extraordinaria calidad para preparar nuestra
taza caliente diaria, en el caso del granizado, este requisito es, si cabe, más
importante aún.
Y
es que, el sabor del café se magnifica
con el granizado, una bebida que, además, solemos reservar para ocasiones
esporádicas y especiales. Por eso, has de emplear aquel café que te emocione,
ese que tanto te gusta y cuya suavidad y aroma te deje sin habla.
Los
cafés de
variedad arábica y tueste natural son una gran apuesta para nuestro
granizado de café, sobre todo si aportan notas
frutales y gran cremosidad a la mezcla, pues la bebida resultará aún más
refrescante.
Los
cafés torrefactos no suelen dar buenos resultados porque son demasiado
amargos al paladar, fuertes y toscos, algo poco apropiado en épocas calurosas,
además. Los cafés naturales y suaves
son, por el contrario, perfectos, sobre todo porque ayudan al proceso
digestivo, ya de por sí duro en estas fechas.
En
cuanto a los cafés mezcla, siempre y
cuando el porcentaje de café natural prime sobre el torrefacto, también son buena opción, en especial
si vamos a añadir bastante condimentos, pues el sabor del café se apreciará
sobre todos ellos con mayor intensidad.
Sin
embargo, y a pesar de estos pequeños consejos sobre el mejor café para tu
granizado, lo que siempre has de tener en cuenta es que el café te debe gustar por encima de sus propiedades, sobre todo si
eres una persona amante de esta bebida y muy acostumbrada a variedades y
tipologías muy concretas.
Si
lo haces, tu granizado de café casero te parecerá infinitamente mejor que
cualquier otro que hayas probado en cualquier heladería, cafetería de moda o
chiringuito playero.
Ice coffee in a tall glass with cream poured over, ice cubes and beans on a old rustic wooden table. Cold summer drink with tubes on a black background with copy space.
3. El proceso de elaboración del granizado
Todo
el mundo puede hacer un granizado de café, bueno, cualquiera con un
establecimiento en el que adquirir los ingredientes (que no son muchos), una
cafetera, agua y un congelador a mano.
Lo
demás es pan comido.
Primer paso: hacer el
café, tantas tazas como invitados tengas en tu casa. Y mejor que esté cargado.
En este sentido, casi es mejor pecar en exceso.
Segundo paso: dejarlo
enfriar a temperatura ambiente y, después, verterlo en un molde amplio y apto
para congelar, que tenga tapa para que quede sellado y no incorpore olores
indeseados ni se derrame.
Tercer paso: esperar tres
horas. Efectivamente, tendrás que adelantarte a tu posible antojo de granizado
de café y dejar el café en el congelador mucho antes de tu apetencia.
Cuarto paso: sacar, desmoldar
y triturar. Esto último puedes hacerlo con una batidora de mano, de vaso o robot
de cocina. Pero cuidado, no te pases con el triturado. El granizado no es un
sorbete, los trozos de hielo deben tener cierta magnitud. De hecho, muchos
expertos abogan por picar o rascar el hielo con un tenedor.
Por
otro lado, hay quién se toma la molestia de volver a congelar la mezcla una
hora más y triturar de nuevo al cabo de ese tiempo. Obviamente, la recompensa a
tan laboriosa dedicación será gratificante.
Quinto paso: servir y
acompañar. En este sentido, la creatividad ha de apoderarse de ti. Adorna la
taza con un poco de canela y nata, pon una hojita de menta e incluso añade un
chorro de licor y déjate llevar.
Por
cierto, si quieres darle un toque especial, puedes añadir al café, antes de
congelarlo, azúcar blanco o moreno al
gusto (dos o tres cucharadas está bien), e incluso un toque de vainilla.
4. Granizado de café y bola de helado: la presentación
¿Creías
que habíamos acabado? Pues no. ¿Cómo vamos a finalizar esta entrada sin
ofrecerte la fórmula mágica para sorprender a tus invitados con un granizado
propio de Instagram?
Efectivamente,
hay una forma de quedarte con todos a la mesa y es ofrecerles un granizado con
bola de helado integrada. Has oído bien.
El de vainilla
siempre es apuesta garantizada. Pero si tu atrevimiento no tiene fin,
el helado de sorbete de limón, leche merengada o menta y chocolate podrían ser
buenos aliados. La bola, en su justa medida, no queremos que se apodere de ese
estupendo granizado que acabas de lograr.
Venga
va, que estás en racha. Espolvorea unas virutas de chocolate y vierte un
chorrito de caramelo líquido…, efectivamente, esto es ya demasiado, pero
¿alguien puede resistirse a tal granizado de café? Tus comensales seguro que
no, de hecho, te lo agradecerán infinitamente, pasando de la cuchara a la pajita
sin ton ni son.
Lo
de la sombrilla para adornar y la galleta caramelizada ya nos parece rizar el
rizo, aunque ahí lo dejamos.
¿Quieres
comprar el café perfecto para tu granizado? Encuéntralo en Cafés Foronda: en el teléfono 945 136 964, en
info@cafesforonda.com o en nuestra tienda online.
Si
no sabes cómo se hace el flan de café pero lo has probado y te encanta, quédate
con nosotros, te explicamos cómo abordar un postre sencillo y delicioso.
Cómo se hace el flan de café, paso a paso
El
flan de café es uno de esos postres con los que siempre se acierta. Ligero,
aromático, perfecto en cualquier época del año…, ofrecerlo es apostar por un
dulce de éxito. Y más importante aún, es tremendamente sencillo de preparar.
¿Cómo se hace el flan de café? Si aún no lo sabes, toma nota, te damos algunas
alternativas muy fáciles en su elaboración y que no demandan ingredientes
exóticos o difíciles de conseguir. El único requisito imprescindible es contar
con un buen café.
Pasión por los postres con café: del tiramisú al flan con café
Ventajas de preparar un flan con café
Ingredientes necesarios para hacer flan de café 3.1. El café ideal para nuestro flan 3.2. Más ingredientes para tu flan
Modo de preparación del flan con café
Cómo servir el flan de café
1. Pasión por los postres con café: del tiramisú al flan con café
Los
postres con café son éxito asegurado. Y no importa que el conjunto de
comensales no sea un aficionado a esta magnífica bebida. Las tartas, cremas,
helados, granizados, mousses, puddings y por supuesto el famoso
tiramisú gustan de por sí. El secreto reside
en los magníficos resultados que ofrece la combinación de un buen café con
ingredientes como el chocolate, el azúcar o la nata, pero también a que
suelen ser postres de un intenso sabor inconfundible. Por supuesto, el flan con
café se sitúa a la cabeza de la magnífica lista de postres que podemos realizar
con esta maravillosa bebida.
2. Ventajas de preparar un flan con café
El
flan con café atesora innumerables ventajas desde el punto de vista de quien lo
cocina.
El
modo de preparación resulta muy sencillo, lo veremos a continuación, y lleva poco más de media hora. Pero no
solo eso, también es eminentemente
práctico cuando uno tiene que optimizar el tiempo para preparar una suculenta
comida o recibir invitados en casa.
De
hecho, el flan con café puede hacerse el día antes y conservar en la nevera.
Bien tapado, mantendrá intactas todas sus propiedades.
Otra
ventaja es que admite cualquier hora del día, es decir, que puede degustarse
tras una comida pero también como merienda o después de cenar, pues resulta muy
ligero.
Esta
última peculiaridad nos lleva a otra de sus ventajas: el flan de café resulta idóneo para quienes siguen una
dieta de adelgazamiento o simplemente no quieren pecar en exceso de
calorías o azúcares, pues este postre resulta muy ligero.
También
para quienes desean aprovechar los
beneficios del café, una bebida que adolece de carbohidratos o grasas
saturadas, y que es rico en magnesio, potasio o polifenoles (antioxidantes).
3. Ingredientes necesarios para hacer flan de café
Como
hemos señalado anteriormente, el flan de café no precisa de ingredientes
exóticos pero si de un imprescindible: un excepcional café, al menos si
queremos que el flan sea perfecto.
3.1. El café
ideal para nuestro flan
¿Cómo
ha de ser este café? Puesto que estamos abordando un postre dulce, el café que
empleemos debería serlo también, es decir, que no peque de amargor o de acidez.
Y mejor si evoca toques florales o frutales. En este sentido, un café de tueste natural y la variedad
arábica es ideal.
De hecho, encontramos el mercado excepcionales tipos muy recomendables para nuestra receta como el Montecarmela de Cafés Foronda o el Blend Tueste Natural. Este último aún más equilibrado, con el punto de acidez más sutil y perfecto para combinar con leche u otros ingredientes.
Si queremos apostar por una acidez prácticamente nula y cierto carácter para conseguir un flan con mayor cuerpo y un toque de amargor, te recomendamos alguna de las variedades de café mezcla.
El
flan de café también admite el descafeinado.
Por
cierto, para nuestra receta, de café tan solo necesitaremos 200 ml para una ración de cuatro personas
o cuatro flanes pequeños individuales.
3.2. Más
ingredientes para tu flan
¿Qué
más vamos a necesitar? Si queremos una receta sencilla con la que preparar un
flan casero básico, deberemos añadir a nuestra lista de ingredientes lo
siguiente:
Dos huevos.
50 g de azúcar (blanco o moreno).
25 ml de leche (entera).
Caramelo líquido (suficiente para cubrir el
fondo del molde).
Ahora
bien, el flan de café es un postre que admite multitud de variantes en función
de los ingredientes que empleemos, de la textura final que queramos conseguir o
del sabor que deseemos.
Así,
podemos encontrar algunas recetas que añaden leche condensada como sustituta
del azúcar, chocolate o piel de una naranja. Incluso existe la versión sin
huevo que incluye nata y gelatina. Sin embargo, en esta ocasión, vamos a
decantarnos por la versión más sencilla y, también, la más sana.
4. Modo de
preparación del flan con café
Si
vas a recibir a varios comensales en casa, lo mejor es que prepares flaneras
individuales, es una forma sencilla de servir tu postre con una impecable
puesta en escena.
Para
ello, has de cubrir la base y empapar
los laterales con caramelo líquido (este puede ser comprado o hecho en
casa) sin pasarse, solo el punto justo para que recubra la superficie
someramente.
Después,
prepara los 200 ml de café necesarios en
tu cafetera. Si tienes una del tipo automática o eléctrica, te será
mucho más sencillo hacerlo, pues podrás hacer de una sola vez todo el café que
necesitas y, además, conseguir un sabor y aroma perfectos.
Mientras
se prepara el café, puedes batir los huevos.
Una
vez obtenido el primero, echa el azúcar y remueve bien, añade a continuación la
leche a temperatura ambiente y, después, vierte los huevos y mezcla.
Es
hora de repartir el flan en las cuatro flaneras que habías preparado con el
caramelo líquido. Una vez repletas, colócalas en el horno a 180 ºC en modo ventilador con calor
arriba y abajo.
¡Importante!
Debemos optar por un modelo mixto entre horno y baño maría, lo que se denomina hornear
al baño maría, introduciendo los moldes en una fuente con agua hasta
aproximadamente la mitad de estos y, la fuente, en el horno.
Ahora,
espera 30 minutos y comprueba si
están bien hechos, para ello, introduce un palo de madera en uno de ellos, si
sale limpio, no necesitas más. De lo contrario, puedes aumentar el tiempo de
cocción en 10 minutos más.
Una
vez transcurrido el tiempo de cocción, debes retirarlos y dejar enfriar,
primero a temperatura ambiente y después dentro de la nevera durante un mínimo
de cinco horas.
5. Cómo servir el flan de café
Hay
muchas formas de servir el flan de café una vez desmoldado en el plato.
Puede
acompañarse con un poco de nata montada en un lateral y, sobre esta, trocitos
de frutos secos. Unas hojas de menta y
un par de granos de café sobre el propio flan pondrán el broche de oro a tu
gran postre.
También
puedes rayar encima un poco de piel de naranja, chocolate, colocar una guinda o
incorporar un par de barquillos en un lateral. Tú decides.
¿Deseas hacer tu flan de café pero te faltan ingredientes? Si necesitas el más importante, prueba uno de nuestros Cafés Foronda. Encuéntranos en el teléfono 945 136 964, en info@cafesforonda.com o adquiere tu café para cafetera automática en nuestra tienda online.