Roiboos: qué es

El rooibos es una infusión sin teína o cafeína que ha conquistado las preferencias de millones de consumidores por sus sabores afrutados y relajantes. 

Rooibos: ¿qué es?

Hace tiempo que el rooibos se convirtió en la bebida predilecta de quienes adoran las infusiones pero desean prescindir de la teína o de la cafeína y de sus efectos estimulantes.

De hecho, esta bebida se ha hecho un hueco en el mercado que difícilmente pueden acaparar otras alternativas, pues el rooibos es además la elección perfecta para quienes huyen de las bebidas calóricas, azucaradas, gaseosas o alcohólicas.

Pero ¿qué es exactamente el rooibos y cuales son sus peculiaridades? Te lo explicamos.

Índice de contenidos

  1. Rooibos: orígenes.
  2. Características del rooibos.
  3. Tipos de rooibos.
    1. Rooibos de sabores: todo un mundo de sensaciones.
    2. Rooibos para los amantes del Té Chai.
    3. Rooibos con extra de poder relajante.
  4. Cómo puede tomarse el rooibos.Rooibos: orígenes

  1. Rooibos: orígenes

El rooibos es una planta de origen africano. A simple vista, se asemeja a un arbusto con pequeñas flores amarillas. Su nombre científico es Aspalathus Linearis (de la familia de las leguminosas) y 

procede concretamente de la región de Cederberg, en Sudáfrica, donde crecía y crece de manera silvestre, aunque actualmente se cultive también durante la época estival.

La infusión se consigue gracias al tratamiento de las hojas de esta planta, muy similar al que se lleva a cabo con las hojas de té, que se cosechan a mano y procesan para después fermentarlas para conseguir el grado de oxidación idóneo.

La comercialización del rooibos es bastante reciente, de hecho, no comenzó hasta principios del siglo XX, cuando un comerciante ruso de té, Benjamin Ginsberg, lo dio a conocer entre los colonos en Ciudad del Cabo como sustituto del té negro, cuyo precio había aumentado considerablemente, así como la dificultad de importarlo. Pronto la bebida se popularizó en las ciudades europeas. Actualmente, podemos encontrar este tipo de infusión en prácticamente todo el mundo.

  1. Características del rooibos

Como hemos señalado, el rooibos no contiene ni cafeína ni teína porque en realidad no es un tipo de té, lo cual hace de esta una bebida caliente perfecta para quienes desean evitar estimulantes naturales en su día a día. Esta es, sin duda, su característica principal y el hecho de que el rooibos se haya popularizado de tal manera en la cultura occidental.

Sin embargo, no es la ausencia de tenían o cafeína las únicas propiedades que han extendido el rooibos, otras peculiaridades han contribuido a ello, por ejemplo su poder calmante.

Y es que, se atribuye al rooibos la capacidad de relajar el organismo, haciendo de este un bálsamo contra la ansiedad y el estrés, problemas cada vez más acuciantes en nuestra sociedad.

También se ha convertido en el top ten de las embarazadas, a quienes se aconseja no consumir bebidas excitantes; de los deportistas, por sus propiedades hidratantes e isotónicas, y entre quienes siguen rituales de belleza y antienvejecimiento, debido al aporte de antioxidantes y a sus propiedades digestivas.

En cuanto a las posibles contraindicaciones del rooibos, estas no están demostradas. Como ocurre con todo en esta vida, no se debe abusar de esta bebida, sin embargo, ningún alimento en exceso resulta saludable. Y en el caso de enfermedad crónica, siempre resulta oportuno consultar a un médico o médica sobre la idoneidad de su consumo.

  1. Tipos de rooibos

La forma de elaboración u obtención de esta infusión determina dos variedades principales de rooibos: el rooibos verde y el rooibos rojo.

En la primera, las hojas recolectadas se tratan directamente para su envasado, estas presentan un color amarillento muy genuino; en la segunda, se dejan secar y oxidar al sol durante un día, adquiriendo un color marrón rojizo y un mayor aroma. Esta última es la variedad más común, aunque la primera presenta una mayor concentración de polifenoles antioxidantes, por lo que su consumo suele ser recomendado en procesos y tratamientos contra los signos visibles de la edad.

Si bien es cierto que los amantes de la pureza prefieren el rooibos rojo puro, a secas, dulce y suave, hoy en día existen multitud de variaciones que buscan maximizar los beneficios de esta bebida o alterar sus matices en sabor y aroma.

  1. Rooibos de sabores: todo un mundo de sensaciones

Rooibos de naranja, rooibos de chocolate, rooibos de vainilla, rooibos con canela, rooibos de fresa, rooibos de menta…: los rooibos con sabores variados son cada vez más habituales y tienen mejor acogida entre un público joven que busca nuevas sensaciones de la mano de flores y frutos especialmente aromatizantes.

De hecho, en el mercado es habitual encontrar packs de rooibos variados, diseñados para ofrecernos un surtido de lo más plural con el fin de abrir nuestro paladar a todo un mundo de nuevas sensaciones. Estos packs son también una buena alternativa como regalo original de una experiencia diferente.

  1. Rooibos para los amantes del Té Chai

No son los únicos, también ganan adeptos los rooibos exóticos, como aquellos que mezclan rooibos con especias para obtener una infusión de Chai masala, la solución perfecta para los amantes del Té Chai que, lamentablemente, no puedan disfrutar de esta bebida por resultar estimulante.

  1. Rooibos con extra de poder relajante

Y también tenemos los rooibos pensados para incrementar las propiedades innatas de esta bebida gracias a la incorporación de otro tipo de ingredientes naturales. Un buen ejemplo lo encontramos en la gama de rooibos especialmente relajantes y digestivos al estar mezclados con anís, regaliz o melisa.

  1. Cómo puede tomarse el rooibos

El rooibos puede tomarse solo, caliente o incluso frío, o mezclado con leche y un poco de azúcar, aunque su sabor dulce, sobre todo si incluye frutas o especias, no invite a añadir edulcorantes.

Para prepararlo, basta con poner 100 ml de agua a calentar junto a dos cucharaditas de rooibos o una bolsita o pirámide ensobrada y dejar hervir durante 5 minutos. Después, retiramos, tapamos y dejamos reposar otros 5 minutos. Listo.

Para darle un toque especial, podemos añadir un poco de vainilla fresca, una rodaja de jengibre o incluso trocitos de fruta como melocotón, estos últimos en su versión fría.

Si te apasionan las bebidas vegetales, también puedes acompañar tu rooibos con leche de soja, arroz o almendra.